Jornadas de zarzuela 2022

Los espacios singulares delimitan un territorio poco frecuentado pero imprescindible en la normalización del género. Más allá del escenario convencional, la zarzuela, más genericamente el teatro musical en sus muy variadas tipologías, tuvo una vida incesante como al hilo de su fuerte implicación social. Así, los dieciochescos palacios privados, convertidos en el XIX en verdaderos espacios para representación en convivencia con los bailes y otras fiestas musicales, los teatros portátiles construidos con un propósito de provisionalidad que a veces adquiría condición de permanencia, los cafés, los salones públicos, las verbenas... todos estos lugares actuaron como amplificación del repertorio teatral condicionando también su manera de representación. 

Hace tiempo que el estudio del espacio se  ha integrado en la teoría de la interpretación históricamente informada. Superada la fase de fidelidad en referencia a los instrumentos y los medios de interpretación, se ha demostrado que el lugar en el que la música se difunde condiciona también la manera en la que esta se percibe. El espacio determina, muchas veces de manera inconsciente, una forma distinta de observación y comprensión musical. En las Jornadas de zarzuela 2020 se presentó el proyecto inédito "Retrato del género chico", primera ocasión en la que se ofrecía este repertorio con instrumentos de época y criterios interpretativos fieles al momento. Pero tan importante como lo escuchado fue la manera en la que se hizo en el entorno del teatro del palacio Bauer en la Escuela Superior de Canto de Madrid. De aquella experiencia reveladora queda ahora un documental titulado El género chico, juguete cinematográfico lírico en un acto, dirigido por Samuel Alarcón Izquierdo, a estrenar en las Jornadas de zarzuela 2022. 

Con ese mismo espíritu se programa el concierto Músicas para Eugenia de Montijo, a cargo de La Ritirata, en el que se recupera el salón de música del palacio de Liria habitualmente cerrado al público. El repertorio inspirado por la emperatriz de Francia tiene curiosas implicaciones en el ámbito del teatro musical, lo que permite curiosidades como el estreno de la ouverture de Ma femme et son nègre de Luis Olona y Francisco Asenjo Barbieri. La programación también incluye una exposición dedicada al edificio Coliseum. Construido en 1932 a iniciativa del compositor Jacinto Guerrero, configura desde entonces un espacio singular de la Gran vía madrileña por su modernidad y particularidad estética. El proyecto, diseñado por los arquitectos Casto Fernández-Shaw y Pedro Muguruza, implicó toda una filosofía en la manera de entender el fenómeno teatral absolutamente inédita en la arquitectura madrileña. A los noventa años de su inauguración, El Coliseum, fantasía arquitectónica recorre los antecedentes, aspectos técnicos y estéticos del edificio y señala su desarrollo como espacio escénico.

Un parte fundamental en la programación de las Jornadas de zarzuela son los encuentros en los que diversos especialistas inciden en aspectos del argumento general procurando observarlo de manera inédita. Del mismo modo se ha hecho ya habitual la reunión profesional dedicada a tratar temas relacionados con los archivos personales. Impulsada desde el Archivo Guerrero, la sesión Repensando los archivos personales se dedica al software libre y a los nuevos retos tecnológicos. Y todo ello se materializa en una serie de publicaciones que incluyen el habitual dosier en la revista Scherzo y el Libro de las Jornadas de zarzuela en el que se reúnen los textos de los encuentros y debates realizados.