Jornadas de zarzuela 2016. Exposiciones

La Fortuna viaja en sobre verde

Invitación a trasladarse a la España de los felices veinte, la que se divierte al son de la revista y abarrota los teatros, la que asiste al estreno del sainete de Enrique Paradas, Joaquín Jiménez y Jacinto Guerrero, en 1927.

La exposición reúne partituras, chicas que quieren ser garçons, fotografías y libretos originales, un gran guiño de la Fortuna, a Nueva York, a un joven y exitoso compositor toledano y a los que le acompañaron en el empeño, así como detalles sobre la puesta en escena que en las Jornadas de zarzuela se hace, de una de las más exitosas composiciones de su autor. Todo eso y otros detalles son los que caben dentro de este sobre verde.

Lugar: Teatro Auditorio de Cuenca, primera planta
Fechas: del 30 de septiembre (17.00 horas) al 2 de octubre (14.00 horas)

Comisario: Alberto Honrado

 

Paneles

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La España de 'El sobre verde'

La España de los años veinte era un país que se encontraba en una encrucijada. Al golpe militar de Primo de Rivera en 1923 siguió una dictadura de siete años. Alfonso XIII, que había amparado el alzamiento, continuaba siendo regente, ya no un rey constitucional: era una “dictadura con rey”. Al mismo tiempo existía el deseo de dar un salto a la modernidad. Esta aspiración era lógicamente mucho más poderosa en las ciudades, hábitat de las masas, que eran el motor del siglo XX.

El país experimentó un desarrollo evidente y, de la mano del crecimiento económico, aparecieron nuevos comportamientos y un hambre de consumo cultural recién despertada. La gente se lanzó a los teatros, que ofrecían zarzuela grande, sainetes, revista moderna y género frívolo.

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La revista

Con su desbordante colorismo, la revista, importada de Francia, conoció un gran éxito en España en los años veinte. La fantasía escapista que proponía encontró terreno abonado en la Europa conmocionada por la Gran Guerra. En España se transformó en cercanía con el género chico y vivió a caballo entre la influencia americana, con su gusto por el espectáculo y el derroche de medios técnicos, y el tradicional sainete, con toques sicalípticos.

La revista alternaba partes cantadas y habladas en las que abordaba temas de actualidad siempre con tono satírico y un erotismo más sugerido que mostrado, encarnado en la figura de la vedette. Incorporó también los “vanguardismos” americanos de la época, como el fox-trot, el jazz y el charlestón, que convivían con los pasodobles y chotis.

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Jacinto Guerrero y la revista

En 1914 un joven músico toledano llegó a la capital hambriento de éxito. Después de su consagración en 1922 con el estreno madrileño de La montería, Jacinto Guerrero se convirtió en un valor seguro de las carteleras españolas al alternar zarzuela grande y revista. Su facilidad para conectar con el público y componer melodías de inmediato calado popular convirtieron su carrera en una sucesión constante de éxitos.

Con un olfato comercial parejo a su talento, siempre pendiente de la escena parisina y de los espectáculos de la Place Pigalle, y ante el declive de la zarzuela, apostó decididamente por la revista en el último tramo de su carrera. Además de El sobre verde, compuso títulos tan representativos como La orgía dorada (1928), París-Madrid (1929), ¡5 minutos nada menos! (1944) o La blanca doble (1945).

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El sobre verde (I)

La cosecha de 1927 fue fabulosa en títulos de revista, y Guerrero contribuyó con una obra emblemática: El sobre verde, otro ejemplo del fino olfato del toledano para encontrar el filón artístico y comercial. El sobre verde eludía el debate entre el casticismo y la influencia extranjera (y sus polémicos  “bailes negros”) al ser una obra híbrida, con un primer acto con reminiscencias del sainete y un segundo de carácter más moderno.

El cóctel musical de tangos, charlestones, pasacalles y chotis era otro reflejo de este carácter dual. La apuesta por el éxito se completaba con la colaboración de los libretistas Enrique Paradas y Joaquín Jiménez. El sobre verde se estrenó primero en Barcelona, el 22 de enero en el Teatro Victoria y el 14 de marzo en el Teatro Apolo de Madrid.

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El sobre verde (II)

Durante la "dictablanda” de Primo de Rivera, Madrid era “una de las ciudades más despreocupadas, más alegres y más baratas del mundo”. La censura teatral es liviana y no tiene nada que ver con la que se produciría tras la Guerra Civil. El libreto de El sobre verde, pícaro sin ser soez, no tuvo mayores problemas para obtener el visto bueno. En cualquier caso, la campechanía de Guerrero sabía sortear hábilmente estas dificultades.

Con motivo del estreno de Las mujeres de Lacuesta encontró problemas con la censura. Cuando acudió directamente a Primo de Rivera, al que le unía cierta amistad, le dijo “una música nunca puede ser verde, así que la mitad de la obra no lo es. Retocamos algo del libro y arreglado”. La obra se estrenó al día siguiente.

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El sobre verde (III)

Concebida inicialmente para el madrileño Teatro Novedades, El sobre verde se estrenó en el Victoria de Barcelona el 22 de enero de 1927. El éxito fue enorme e instantáneo. La prensa local lo recogió. Así, El diluvio elogió un “primer acto de sainete bueno, bueno… respuesta entusiasta del público… éxito total”. O El liberal: “un éxito grande, clamoroso, entusiasta”.

Los periódicos madrileños atendió la noticia del estreno condal y el 14 de marzo El sobre verde se vio sobre las tablas del  Apolo. En el fastuoso montaje Guerrero gastó “más de 20.000 duros”.

El éxito fue equiparable al barcelonés, e incluso los que achacaban a Guerrero “haber elegido el camino del dinero” y consideraban su música “frívola, insustancial, intrascendente”, acabaron reconociendo su olfato para el éxito. El Apolo registró ciento cincuenta llenos y El sobre verde fue el éxito “cañón” de la temporada.

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'Yo soy la garçon'

España se modernizaba y las mujeres no eran ajenas a los cambios. En 1927 las mujeres entran por primera vez en la Asamblea Nacional Consultiva. La periodista y activista Carmen de Burgos publicó ese mismo año La mujer moderna y sus derechos. Este incipiente feminismo era tema recurrente en las revistas de la época, bien para defenderlo, bien para criticarlo.

En El sobre verde, Nicanor, el típico golfo de sainete, ve un síntoma de la decadencia del país en esas mujeres masculinizadas que trabajan en oficinas y viajan en metro.  El número estrella de la obra, "Yo soy la garçon", mostraba a Chelo, una joven aspirante a cantante que representa a esta nueva mujer cantando a los cambios en el atuendo a ritmo de chotis castizo, una burla suave y amable, muy guerreriana, de los nuevos usos sociales.

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La Fortuna vuelve en sobre verde

El retorno de El sobre verde a los escenarios trae de nuevo la espectacularidad y el colorismo de la revista con una nueva versión musical y escénica que no pierde un ápice de su espíritu pese al tiempo transcurrido desde su estreno en 1927. Es la posibilidad de reencontrarse con Nicanor, la chica garçon, viajar a Nueva York con los bolsillos llenos y comprobar cómo la diosa Fortuna puede volver a sonreírnos casi un siglo después.