Jornadas de zarzuela 2016

Comentarios

El sobre verde

Algunas reflexiones

Alberto Castrillo-Ferrer

El sobre verde es un maravilloso juguete escénico lleno de resortes humorísticos, sorpresas, talento y fantasía. Pero sobre todo es un alarde de profundo conocimiento del género humano, con sus vicios y sus virtudes, de cómo el dinero nos marea y nos malea y de cómo somos (en boca de nuestro protagonista) “Juguetes de la Fortuna” que hace y deshace a su antojo.

La popularidad no es sinónimo de simpleza, bien al contrario: ingenio, buen gusto y humor se dan cita en El sobre verde, una delicia de espectáculo que con más de una quincena de números musicales conecta con el espectador desde el primer minuto y lo reconcilia con un género como es el de la zarzuela, injustamente apartado en los últimos tiempos.

Me gustaría ahondar en esta última reflexión, porque si bien es verdad que hay una parte muy importante del interés personal de cada cual y de su curiosidad por aprender y descubrir la vida y dentro de ella el arte y sus variantes, creo que también es una cuestión de estado y de educación nacional fomentar un género tan completo, popular, exquisito y perteneciente a nuestro patrimonio inmaterial como es el de la zarzuela. Si al gran Bertoldt Brecht, referente mundial en teatro popular, le admiramos porque usaba todas las herramientas para llegar a lo que el llamaba un TEATRO TOTAL, si disfrutamos de sus obras que empatizaban con el publico cualquiera que fuere su condición y apoyamos su crítica social, entonces tenemos que quitarnos el sombrero ante la producción zarzuelística española y con ese mismo gorro comenzar a desempolvar los manuscritos a gorrazos, descubrir sus composiciones musicales y dejarse llevar por el oficio y el talento de una legión de dramaturgos y compositores, que sólo han llegado a nuestros días en forma de nombres de calles en el mejor de los casos. Nunca en un programa de estudios artísticos. Tenemos que empezar a subsanar ese injusto olvido por buena parte de la profesión y la sociedad y reivindicar un género propio, atemporal y con muchas posibilidades.

Desde la dirección, producción, puesta en escena y dirección musical hemos querido apostar por el desencorsetamiento del género, lo cual no es sino ser fiel a sus principios y conectarlo con el publico del siglo XXI. La concepción del teatro y la recepción del espectador ha cambiado mucho en los últimos tiempos, adaptar las obras que merecen la pena a los nuevos gustos es darles una nueva vida. La zarzuela es un género único y propio de nuestro país, permitámonos mostrarlo al mundo sin pudor y con el mismo respeto con el que tratamos las obras de Shakespeare o Esquilo, sin embalsamarlas y renovando su contemporaneidad. 

Todo teatro ha sido popular o no ha sido. El sobre verde fue un éxito cuando la competencia teatral era durísima por calidad y número de obras, nuestro deber es traerlo al siglo XXI con el brillo renovado y la misma empatía escénica.

Agradezco a la Fundación Guerrero que me hayan permitido formar parte de esta bella aventura, que me hayan abierto las puertas de un nuevo jardín por el que espero pasear más veces y que me hayan permitido trabajar con un equipo envidiable tanto en lo profesional cuanto en lo humano. La complicidad de los actores y cantantes ha sido fundamental para jugar y divertirse proponiendo sorpresas y soluciones escénicas y el talento y la magia del equipo artístico-técnico, imprescindible para hacer de El sobre verde un espectáculo compacto, lleno de humor y de calidad, de artesanía y de contemporaneidad, de pasión, fuerza y cariño.

Que ustedes lo disfruten. Yo lo hago en cada ensayo.

 

« Ir al índice de las Jornadas 2016